Google sigue tus pasos incluso aunque desactives la pestaña que le permite hacerlo. Esta es la principal conclusión que saca un estudio de la Universidad de Pricetown a petición de Associated Press, que señala que la tecnológica tiene acceso a las ubicaciones de los dispositivos Android e iOS gracias tanto a aplicaciones propias como ajenas que utilizan su tecnología.
Ponen de ejemplo a una herramienta tan cotidiana como Google Maps. Cada vez que entramos en esta «app», el punto que señala nuestra geolocalización es grabado por el servicio. Además, se nos recuerda si queremos que nuestra geolocalización esté activa «siempre» o «solo cuando utilizamos la aplicación», momento en el que pueden cambiar los permisos que hemos dado a Google anteriormente. De esta manera, todas las localizaciones en las que hayamos estado se registrarán y aparecerán en nuestra «línea temporal», que recoge todos nuestros movimientos desde que empezamos a utilizar los servicios de Google (y que se pueden ver aquí).
Aunque se supone que el Historial de Ubicaciones puede ser pausado, AP ha certificado que algunas aplicaciones de Google guardan de manera automática datos de tu ubicación sin preguntarte, como el lugar y la hora. Pasa en herramientas como la que predice el tiempo o incluso en el servicio de búsqueda, que recoge la longitud y latitud donde te encuentres aunque le preguntes acerca de «galletas con pepitas de chocolate».
Google dice que es claro en sus términos
La compañía ha contestado a AP afirmando que es transparente en cuanto al uso de la información que recoge con su tecnología de geolocalización. «Hay varias formas en las que Google puede usar la ubicación para mejorar la experiencia de la gente, incluyendo: Historial de Ubicaciones, Actividad Web y App y los Servicios de Ubicación en el dispositivo», han asegurado a través de un portavoz. La compañía aseguró sin embargo que ofrecen «descripciones claras de esas herramientas e importantes instrumentos para que la gente pueda activarlas o desactivarlas y borrar sus historiales en cualquier momento».
El remedio para que Google no sepa todos tus movimientos es que apagues la herramienta «actividad web y app» desde tu cuenta de Google (a la que puedes acceder desde aquí). Una vez en el menú principal, debes dirigirte a «Mi cuenta» y en «Información personal y privacidad», hacer clic sobre «Revisión de privacidad». La primera opción es la de desactivar la opción antes mencionada.
Esta cuestión afecta a unos 2.000 millones de dispositivos equipados con el sistema operativo Android, que pertenece a Google y, por tanto, monitoriza todos los movimientos desde el «cerebro» de estos móviles. Pero iOS, el sistema operativo de Apple y sus famosos iPhones, tampoco está a salvo: si utilizas alguna de las aplicaciones de Google (como el buscador, el correo electrónico Gmail o el propio servicio de geolocalización, Google Maps), la compañía también está registrando tus datos.